viernes, 1 de noviembre de 2013

Están en mi.



Ha llegado el día. En la comida, mientras los cuatro comíamos mi madre ha hecho la pregunta, "¿vamos mañana a ver a los abuelos?". Todos sabíamos a qué se refería así que nos hemos limitado a asentir y hemos continuado comiendo, en silencio, con el murmullo de la tele de fondo.
Luego he estado pensando que esa frase está mal formulada, mañana no voy a verles porque no soy capaz de atravesar la tierra con los ojos, además de que no necesito salir de casa para encontrármelos porque ellos están en mí. No necesito moverme de donde estoy porque ellos están siempre conmigo. Llevarles flores no hará que me sienta más cerca de ellos. Y no, no creo en la reencarnación... aún que me pese, por que el mundo necesita más gente buena como vosotros. Sé que su cuerpo inerte desaparecerá, pero siempre seguirán vivos dentro de mí, en mis recuerdos, en mi forma de vivir; y esa es la mejor muestra de afecto que se me ocurre.

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