martes, 13 de septiembre de 2011

Quise escribir. Quise escribir un cuento que hablase de, de...  Que hablase de mí. Que hablase de ti. Que hablase de nosotros. Que hablase de ellos. Pero me faltaban todas las partes. El tú y el yo. El nosotros y el ellos.
Me encontré con que no sabía quien era. Si no sabía quien era yo, como iba a saber quienes eran el resto. Me encontré con que nada era como recordaba. Ya no sabía por qué actuaba como actuaba. Algo en mi, sin yo enterarme, había cambiado. 

Zerraila - Ken Zazpi

koloreak preso bizi dira egunez.
hala ere gauez, ihes egiten dute hegan eta
lo dagoen jendearen ametsetan sartzen dira,
ordu batzuetan besterik ez bada ere, libre bizitzeko
hargatik izaten dira ametsak hain bizi.
egunak ez du oraindik argitu baina oskarbi dago 
zerua.
pentsa, inor gutxik daukala bere herriaren
egunsentiaz gozatzeko aukerarik.
ireki ba begiak jaiotzear dagoen egun berrirako,
jarri gaitezen zirrikitutik harago begira, sarrailatik 
haragoko argira.
gure bidean.







Los colores viven presos de día,
aún así de noche, huyen volando y
se meten en los sueños de quienes están durmiendo
para, por algunas horas por lo menos, vivir libres.
Por eso suelen ser los sueños tan vivos.
El día ha amanecido todavía pero despejado está el cielo.
Piensa, que pocos tienen la ooportunidad de gozar
del amanecer de su pueblo.
Abre pues los ojos al día que está por nacer.
Pongámonos a mirar a través de la ranura,
a la luz de a través de la cerradura
en nuestro camino.