miércoles, 16 de noviembre de 2011

Lluvia.

Y os juro que me gusta que llueva. Me gusta sacar a pasear mi paraguas de colores. Estando bajo él no es solo que no veo un cielo gris, sino que veo un cielo lleno de colores, lleno de alegría. Me gusta la lluvia. Yo creo que soy tan rara, que me gusta todo aquello que a la gente no le gusta, por tocar las narices. Pero la lluvia sin duda me gusta. La lluvia es vida. Y es divertido ver a la gente corriendo, a los niños saltando sobre los charcos, los resbalones que acaban con el culo mojado,... Me gustan los días de mucha lluvia cuando las calles están desiertas. Cuando ni los coches se oyen, solo se oye el sonido del agua al caer.


domingo, 13 de noviembre de 2011

Eduardo Galeano

(...) Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y 1976 las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos por un ratito?

Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible: el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros; la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor; el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas; la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar; se incorporará a los códigos penales el delito de la estupidez, que cometen quienes viven por tener que ganar, en vez de vivir por vivir no más, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega; en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar; si no los que quieran cumplirlo; los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas; los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas; los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos; los politicos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas; la solemnidad se dejará de creer una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo; la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero; nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene; el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, si no contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra; la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos; nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión; los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle; los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos; la educación no será el privilegio de quienes pueden pagarla; la policía no será la maldición de quienes no pueden comprarla; la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda; una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú; en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria; la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo; la Iglesia también dictará otro mandamieto que se le había olvidado a Dios: "Amarás a la naturaleza, de la que formas parte"; serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma; los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados; porque ellos son los que desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar; seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo; la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero."


viernes, 11 de noviembre de 2011

Yo a mi misma.

Nadie es más importante para mi que yo a mi misma. Esto no significa que no te quiera, significa que ahora estás, pero puedes no estar y en ese caso me quedaré yo a mi misma. Por eso me quiero, por mi, porque nadie me puede querer más que yo a mi misma. Porque no hay nadie que me conozca como yo a mi misma. Porque yo y yo misma estaremos juntas en las tristezas y alegrías; sin opción a divorcio y tan siquiera sin habernos casado. Porque yo y yo misma nacimos juntas y moriremos juntas, aunque a veces nos enfademos y aunque otras tantas no nos entendamos.


martes, 8 de noviembre de 2011

Libre.

No me gustan los mapas. Bueno, en realidad si que me gustan. Me gustan los mapas para sentirme en un sitio, para no sentirme perdida. Pero no me gustan los mapas de los laberintos donde solo tienes una opción, donde solo puedes seguir un camino. Me gusta andar y desviarme, desviarme y encontrar lugares preciosos y escondidos, aunque no estuviesen en mi ruta inicial. Lo que no me gusta de los mapas es eso, que te limitan, que te cortan las alas.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Paulo Coelho

"Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre.Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo…Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.
Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.
Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir,conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque,a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas,que haciendo el amor con alguien a quien aprecias... "