lunes, 31 de diciembre de 2012

2012


Ahora te vas. Y no quiero que esto ocurra. Me has enseñado y has estado junto a mí a todo momento. Has compartido conmigo todo el tiempo que tenías y te lo agradezco. Eres de los pocos que no me ha dejado. Me será difícil llegar con otro a la confianza que nosotros adquirimos. Has sido interesante y divertido. Y me has marcado. He reaprendido lo bello de vivir, lo cual otro me hizo olvidar un poco. Esto me da esperanza a no cerrarme, a abrirme y dejarme conocer como tu lo hiciste; quizá otro me haga sentir lo que tu hiciste, y soñar como tu has conseguido. Sé que nunca será igual, porque las primeras experiencias son únicas, pero eso no significa que las mejores no puedan ser mejor. Me has llevado a conocer a personas inolvidables y a pasar momentos irrepetibles. Creo que nuestra unión era mágica, hacíamos buena pareja. Serás por siempre importante en mi vida.  Me has encantado. Me has enamorado. Te recordaré por siempre y a otros hablaré de ti. He conseguido conocerme, contigo, un poquito más. Ahora sé que soy capaz de muchas cosas. He madurado y también me he infantilizado en otras cuantas cosas. No me has dejado estar quieta ni un minuto y eso me ha fascinado. No me ha importado compartirte con otros y otras, si no esto no hubiese tenido sentido. Te bautizo como el año del culo inquieto. 

viernes, 21 de diciembre de 2012

Himno de Mujeres Libres (Octubre de 1937)

“Puño en alto mujeres de Iberia
hacia horizontes preñados de luz
por rutas ardientes,
los pies en la tierra
la frente en lo azul.
Afirmando promesas de vida
desafiamos la tradición
modelemos la arcilla caliente
de un mundo que nace del dolor.
¡Qué el pasado se hunda en la nada!
¡qué nos importa el ayer!
Queremos escribir de nuevo
la palabra MUJER.
Puño en alto mujeres del mundo
hacia horizontes preñados de luz,
por rutas ardientes,
adelante, adelante,
de cara a la luz.”

jueves, 20 de diciembre de 2012

Viaje.


Para viajar no solo necesito de tiempo y dinero, demando buena compañía. Es algo demasiado importante. No me importa tanto el qué comer, dónde, a qué hora y cómo; o el lugar donde me entrego a Morfeo; pero en cuanto a la compañía soy exigente, no me vale cualquiera. Mi acompañante no se debe achantar con las adversidades, ha de comprender que el no conocer el idioma del lugar no impide el comunicarse. Imploro que piense rápido cuando nos hallamos ante una situación de vida o muerte (o algo más simple, como qué hacer cuando hemos perdido nuestro medio de transporte, pero ya sabéis que soy algo dramática y extremista). Quiero alguien dispuesto a todo, que pocas cosas le den miedo y que se atreva a arriesgar, aún sin saber bien si irá bien o mal. Necesito espíritu creativo, y ansioso por descubrir y conocer. Que no se conforme con conocer lo que todos, y que encuentre rincones perdidos que solo los más avispados tienen la suerte de conocer. Me gusta tener las cosas planificadas, pero siempre ha de haber un margen para que el sino haga su presencia. No me gusta madrugar aunque se que es necesario y lo hago; en cambio me gusta conocer las ciudades dormidas, cuando solo los felinos acechan en la noche. La lluvia no es un contratiempo, es una oportunidad. La lluvia no solo limpia las calles, si no que sanea la ciudad de grandes agrupaciones de turistas.

Los mapas son importantes, pero limitan tu visibilidad. Hay días que es genial coger un autobús, sin mirar la línea, bajarte donde sientas que debes hacerlo. Y entonces, caminar, hasta que te duelan los pies. Mezclarte con los foráneos, seguir sus costumbres, comprar en sus tiendas... así y sólo así, es como verdaderamente conoces un lugar. No me gusta quedarme exclusivamente con la foto de postal y volverme a mi casa. No puedes valorar una ciudad o un país por lo que ellos te quieren vender. Ese es un conocimiento superfluo, distorsionado.

Además, necesito alguien que me soporte cuando el cansancio se manifieste o los pies me duelan. Cuando desvaríe y no deje de decir chorradas. Si la situación me supera y mi tono es más borde de lo usual. Prometo ser lo más tolerante posible y aprenderé a reconocer mis errores.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Fácil.


Si no piensas que es posible nunca lo será. En verdad sin el primer paso nunca se hará realidad. Tienes que levantarte y andar; si no lo intentas, nunca avanzarás. Si no pensase en que todo tiene una solución, ya no seguiría aquí, ni seguiría a tu lado. A veces parece una situación perdida, pero nunca he de darme por vencida. Si fracasa, no es parte todo culpa mía, pero si se logra, tampoco el merito me lo atribuiré. Será algo de ti, de mi, de los dos, de todo,…

Dicen que poseo la facultad de ver las cosas fáciles, de que no aminoro mi paso cuando un árbol ha caído en mi camino. Pienso en la solución mientras continuo. A veces, estas, son poco viables. Pero si no os habéis dado cuenta, poco viable no significa imposible. Quizá con unos pocos matices, esa viabilidad cambie.

Conseguiremos lo que queremos si lo intentamos. Debemos pensar rápido, valorar las opciones. Y elegir el mejor camino. Deberemos de ir pensando en metas pequeñas y así llegaremos al premio final. No podemos pretender obtener nuestro deseo de un solo asalto. A veces, el camino hasta nuestra recompensa es largo.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Pablo Neruda.


Poema 15
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.